El folio radiante se ha diseñado pensando en su utilización en zonas con algo de humedad. Para ello, las bandas de cobre y grafito se sellan entre dos finas láminas de polietileno. Esto hace que su impermeabilidad sea muy grande.
Por otro lado, la zona del grafito resistivo para generación de calor no es continua. El grafito se coloca en bandas de un centímetro de ancho, como mucho. Entre cada banda se deja un espacio de separación. Esto sirve como protección ante posibles accidentes durante su colocación. Haciendo que, en caso de rotura en una banda de grafito, no se afecte toda la lámina de folio radiante. De este modo, solo deja de funcionar y generar calor esa banda de grafito afectada.
Estas medidas de “seguridad” que se toman durante el diseño y fabricación del folio radiante hacen que los fabricantes certifiquen que puede usarse hasta por encima de las 800.000 horas. Esto equivale a casi 100 años de vida útil.